jueves, 21 de julio de 2011

APRENDIENDO A VER CON LOS OJOS CERRADOS

Hace muchos años en mi paso por una academia un par de meses, conocí a un muchacho muy risueño, un chico lleno de alegría, la primera vez que lo vi me pareció amable, y es que el conocerlo me hizo valorar más a las personas, a la vida, y es que a lo largo de la vida muchas veces podemos ser por momentos muy superfluos, pero como digo el conocerlo me dejó una gran lección, es por eso que me gustaría compartir  con ustedes
Jorge me enseñó a ver la vida con los ojos cerrados, él un  muchacho de sonrisa sin igual, bondadoso y sabio a la vez. Lo conocí hace muchos años, uno de esos días que llegaba rápido a clase para poder encontrar un asiento adelante, ya que el salón era grande; entonces me senté delante de Jorge y Rocio, no olvidaré ese día  cuando llegué el profesor hablaba de obras literarias, una de las cosas que me gustaba, y mientras el profesor bromeaba y comentaba sobre las obras, alcancé a oír a Jorge que estaba sentado detrás mío, que uno de sus autores favoritos era el que yo también admiraba, pero me llamo particularmente la atención porque aquel chico había mencionado una de las obras de este  autor que por más que había tratado de encontrar no había hallado esa obra, entonces me dio tanta curiosidad y en el break volteé y le pregunté,  si había leído la obra en particular que yo había buscado por mucho tiempo y me dijo : “si, es una buena obra, te la recomiendo” me dijo; recuerdo que era verano y este chico llevaba lentes oscuros, entonces le dije: “por casualidad tendrá la obra” y me dijo sin dudar : “Si” ,  entonces le dije: “¿me lo podrías prestar, para sacarle copia y te lo devuelvo?” y me dijo : “no te preocupes, te lo presto y me lo devuelves cuando termines”,  yo moví mi cabeza mostrando estar de acuerdo, y entonces el me dijo:”uno de estos días traigo la obra y te la paso”, yo  alegre por eso le dije:”entonces me avisas”.
Pasaron los días y me volví a encontrar con ellos en otra clase, pero solo cruzábamos algunas palabras, por la falta de tiempo, ya que yo tenía que ir a trabajar saliendo de allí. Pero Jorge me llego a traer el libro que tanto quería, y se lo dio a Rocio para que me lo entregue. Entonces me apresure a leer el libro para devolverlo.
El día que  iba a devolvérselo, vi a Jorge sentado en el patio, estaba de espaldas, me acerqué y le dije : “Jorge te traje tu libro, muchas gracias “ y le pregunté ¿dónde está Rocio? Y él respondió: “ah es que ella tenía que dar un examen”, y entonces volví a preguntar “y que haces aquí solo” y me dijo: “aquí pues, leyendo”;  entonces me acerqué y le dije: “ ¿qué chistoso eres  no?, ¿me estas tomando el pelo?,   si esas hojas están en blanco, como que estás leyendo” y él ante mi  pregunta me dijo  con una sonrisa en los labios: “Pili parece que mi que mi sospecha fue confirmada” y le dije: “ya deja de bromear que sospechas, de que hablas”; entonces me dijo:” toma asiento, ahora te explico” pero él seguía sonriendo, me senté y entonces me se volvió hacia mi para decirme: " Pili después de esto no quiero que las cosas y tu trato  cambien hacia mí, amiga”, le dije: “que pasa, ya me está entrando miedito”, hasta ese momento por mi mente no se cruzaba nada fuera de lo normal razón por la cual me este hablando el así, y entonces me dijo: “Pili parece que no te has dado cuenta de que yo no veo”, en ese momento me quedé perpleja, y le dije: “oye no te juegues así, deja de decir tonterías”  y es que no concebía esa idea puesto que el caminaba como cualquiera de nosotros, es mas yo no lo había visto usar un bastón ni nada por el estilo, como para aceptar lo que estaba diciendo, además que nunca había mostrado actitudes que me hagan ver que realmente no veía, y es que definitivamente no podía creer lo que me estaba diciendo, y entonces me dijo: “si Pili, yo soy invidente, yo no puedo ver como tú lo haces”, en ese momento una lágrima se cayó en mi rostro, y es que me sentí tonta por no haberme dado cuenta y tener que haberlo oído de él mismo y es que de alguna manera sentía que por mi culpa él podría estar sintiéndose  mal, y entonces el me dijo:” amiga siento tu silencio,  qué pasó?, le dije nada Jorge solo que… no me imagine, disculpa si no me di cuenta, y me dijo como siempre con una sonrisa : “no te culpo muchas personas no se dan cuenta”  y es que me explicaba que él antes si veía, si conocía los colores, y que por una enfermedad fue perdiendo poco a poco su visión cuando tenía 8 años, así me dijo: “ tengo guardado en mi mente los colores, los rostros de muchas personas, las calles, muchas imágenes  y puedo dar gracias a Dios porque por unos años pude ver”, y entonces al verlo ahí , diciéndome esto, yo me sentía tan afortunada por simplemente tener la vista y entonces él me dijo: “Pili” y yo le decía: “como haces”, me refería a como haces para desplazarte con tal facilidad en el Centro de Lima que es un lugar de mucho movimiento, además de cómo haces para que la gente no se de cuenta a primera impresión que eres invidente, y él me decía:” que a raíz de no ver se van desarrollando con mas fortaleza otros sentidos,  por ejemplo de la audición”, el mencionaba que podía darse cuenta cuando una persona era sincera y cuando no,  solo con oírla;  entonces le dije que  me disculpara porque no me había dado cuenta de eso y me dijo que no había problema, pero lo que él me enseñó fue algo que no olvidaré jamás, el decía que en la vida uno debe aprender a andar en la oscuridad, para que así, si en alguna ocasión tuviera que andar por lugares oscuros pueda desplazarme con total naturalidad,  esto me enseñó a valorar más las cosas tan sencillas que a veces no valoramos, cuando me dijo eso de andar en la oscuridad, yo sonreía pero el me dijo: “es cierto por ejemplo quieres saber cómo se siente no tener visión?” Haz esto, coloca una venda en tus ojos y trata por un par de horas, de caminar dentro de tu propia casa. Me decía: “hay mucha gente que no valora lo que la vida le da, me decía hay quienes se suicidan cuando hay otros que  daríamos todo por tener una oportunidad de tener la vista y poder ver la sonrisa de las personas y las cosas tan sencillas de la vida”.  Además me dijo:”para entender a una persona invidente tienes que identificarte con él, haz eso, coloca una venda o pañuelo en tus ojos y trata de andar así, en tu casa, por un par de horas”. Ese día me sentí triste, pero me fui con una lección aprendida, entonces tome una venda e hice lo que él me dijo y realmente termine comprendiendo a Jorge y dando gracias a Dios por darme la vida y salud; a los días yo tendría que dejar de asistir a clase, entonces traté de aprender más cosas de él, empezó a enseñarme braille, aprovechábamos los breaks, mientras yo le leía algunas cosas sobre las clases, el me ensañaba braille, me decía la próxima vez cuando te encuentres a alguien como yo, podrás leer lo que escribe, y leerle  libros en braille.
Jorge no solo demostraba tener habilidad para desplazarse, desenvolverse en clase, sino que había demostrado también ser hábil para los números y letras. Definitivamente sorprendía la rapidez con la que escribía en braille, mientras los profesores hablaban, y si que hablaban rápido, el anotaba todo en braille.
Pero llegaría el momento que yo dejaría de verlos pues tenía que seguir trabajando y entonces fue allí donde al despedirme de él, me dijo algo  que no olvido hasta ahora: “aplica siempre la empatía, siempre es bueno ponerse en el lugar de las personas antes de decir algo o actuar”, lo mencionaba porque a veces hay mucha indiferencia de la gente y me decía: “recuerda esto siempre, y por más que esto era algo que yo aplicaba hasta ese momento, después de haberlo conocido lo haría con mayor razón. Me despedí de él y de Rocio, no volví a verlos, pero tiempo después me enteré que mi querido amigo había ingresado a dos universidades y en los primeros puestos. Jorge no solo me había enseñado a ver en la oscuridad, sino que me había demostrado que cuando tenemos sueños y objetivos bien trazados no hay nada ni nadie que nos impida alcanzarlos.


Kusiñahui : Recordando a las personas que siempre nos dejan una lección en la vida :)

5 comentarios:

  1. Hola,

    Mi nombre es Carlos y me parece muy interesante y entretenida tu experiencia. coincidencialmente llegue a esta página porque estoy escuchando un programa de Radio de un señor que se llama Cesar Lozano, y hay Audios donde el habla sobre ver con los ojos cerrados, aqui te mando el Link, seguramente te interesará: http://www.cesarlozano.com/index.php?option=com_content&view=article&id=159&Itemid=761hasta Entonces

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  2. Hola Carlos, disculpa si antes no respondi tu comentario, estuve algo desconectada de mi blog por buen tiempo, me alegra saber que fue interesante y entretenido mi escrito para ti, muchas gracias por el link, acabo de escuchar lo que me pasaste y me siento muy identificada con este audio, porque a los 17 años me enseño a ser mejor y sobretodo a ver con los ojos cerrados

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  3. que interesante historia de vida!!!la verdad q hay veses que no valoramos lo q la vida nos da..mucha suerte

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  4. Si ezequiel, a veces no valoramos lo que tenemos quizá hasta que lo perdemos.

    De nada Anónimo, me alegra que les guste :)

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